Diario de Valladolid

El agredido con un rodillo en Cabezón asegura que si repite el golpe donde le dio el primero estaría "vegetal”

El varón afirma en el juicio que el agresor descargó una lluvia de porrazos por sorpresa

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Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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M. la víctima del ataque furioso de un vecino de Cabezón a rodillazo limpio ha asegurado esta mañana en el juicio que si el supuesto agresor Eligio M.E., repite la zona del golpe donde le asestó el primero, hoy estaría “vegetal” , ya que la primera percusión le hundió el hueso de la frente.

“Me lo dijo el médico: si me hubiese dado en el mismo lado, como mínimo me quedaba vegetal y me mostró por qué: la masa cerebral se quedó a dos milímetros del cráneo, cuando lo normal son 5 milímetros . La cabeza se pudo haber abierto”, aseveró. El agredido dijo más: el segundo golpe con el rodillo sí iba dirigido a ese mismo punto de la frente, pero como tenía el móvil en la mano, lo usó de escudo y amortiguó el rodillazo. El impacto con el celular fue tan violento, que el aparato se quedó doblado.

Luego llegaron más rodillazos, otro en la boca, que le partió la prótesis dental y probablemente otro más por las secuelas que le dejó en otra zona de la frente . “Con el primero me quedé aturdido, no sabía si se había caído algo del techo. A los dos minutos, perdí el conocimiento”, rememoró el agredido. “Iba a matarme . Eso no fue una pelea de dar una torta y recibir otra. Iba a matarme, todos los rodillazos iban dirigidos a la cabeza. No tengo ninguna duda”, declaró.

M. explicó en el juicio celebrado en la Audiencia de Valladolid, que no habían tenido recientemente ninguna disputa. Lo último fue una advertencia que le lanzó a Eligio unos meses atrás, el primer domingo de junio. Le había llamado la atención porque pronunció palabras obscenas a su mujer. “Lo consideré una falta de respeto y se lo hice saber. Eso es todo. Luego cada uno hacia la vida por su lado. Hasta que llegó el ataque sorpresa”.

Los hechos sucedieron a las 21.30 horas del 31 de octubre de 2021 en el bar del Hogar del Jubilado de Cabezón de Pisuerga . El agredido estaba sentado tomando una cerveza y Eligio llegó por detrás. Se situó enfrente y empezó su lluvia de rodillazos. Lo confirmaron todos los testigos que declararon en la vista oral: si no llega a ser porque otros clientes inmovilizaron a Eligio y le retiraron el cilindro de madera, los golpes hubiesen seguido, ya que además M. Estaba aturdido y a merced de su agresor.

“Quería que me tuviera miedo”

El acusado, que se enfrenta a una pena de 10 años de prisión solicitada por el fiscal por un delito de asesinato en grado de tentativa, reconoció la agresión con el rodillo “algo que está mal”, admitió, aunque solo dijo recordar un golpe o dos a lo sumo, y lo circunscribió a un deseo de que el agredido le temiera. “Yo tenía miedo a que me pegara y quería que él me lo tuviera a mí. Anteriormente me había amenazado, con un gesto incluido del puño, con que me iba a partir la cara. Lo pasé mal durante cuatro meses. Tengo el pecho abierto, ya que me operaron del corazón. El día de los hechos, bebí bastante alcohol y ello unido a las pastillas que tomo por los problemas cardíacos, provocó que le agrediera”, afirmó. Curiosamente ningún testigo confirmó en el juicio que Eligio estuviera ebrio en el momento del ataque.

Eligio M.E. explicó que su temor a la víctima desde el episodio de junio le llevó a salir siempre en sus paseos de varios kilómetros con una cachava o un bastón largo, e incluso, a veces, con el rodillo de madera que usó en el ataque. “Tenía miedo escénico, pensé que si me atacaba, me abría el pecho”, insistió.

Además de los diez años de cárcel, el fiscal pide que el acusado indemnice a la víctima en la cantidad de 3.750 euros por lesiones y en 10.315 euros por las secuelas, además de pagar a Sacyl por las curas la suma que se acredite.

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