Diario de Valladolid

La ministra Ribera duerme desde hace un año el nuevo impacto ambiental de la A-60

El Ministerio de Transición Ecológica sigue sin resolver el nuevo impacto ambiental que recibía el 24 de septiembre de 2021

La ministra y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, en una imagen de archivo. ICAL

La ministra y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, en una imagen de archivo. ICAL

Publicado por
Felipe Ramos
Valladolid

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5 de diciembre de 2020. Ese día el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba la actualización de la nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del tramo central de la autovía León-Valladolid (A-60) , el que une las localidades leonesa de Santas Martas y vallisoletana de Villanubla, después de que ésta caducara el 9 de diciembre de 2019, algo que se ocultaba desde el Ministerio de Transportes.

Una vez pasados todos los trámites que se exigían en el anuncio del  boletín de diciembre de 2020, el nuevo impacto ambiental se dirigía al organo ambiental competente del Ministerio de Transición Ecologica y Reto Demográfico (Miteco), que dirige la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera. Y ahí es donde, de nuevo, aparece la dejadez. La ministra Ribera duerme desde hace ya más de un año el nuevo impacto ambiental del tramo Santas Martas-Villanubla de la León-Valladolid, sin el que nada puede hacerse en la infraestructura viaria que uniría las dos capitales de provincia más importantes de la Comunidad.

El Ministerio de Transición Ecológica recibía el 24 de septiembre de 2021, según detallan las fuentes consultadas por este periódico, la actualización de la nueva evaluación ambiental para el tramo Villanubla-Santas Martas, sin que aún lo haya resuelto. Ni una sola noticia más se sabe sobre cómo va el proceso de su tramitación de esta nueva DIA en el seno de Ministerio de Transición Ecológica. La única respuesta oficial que se recibe es que una vez que se tenga aprobado se continuará con la redacción del proyecto.

La realidad es que sin ese impacto ambiental, que es cierto que es meticuloso, complejo y que requiere sus plazos, no puede iniciarse siquiera esa redacción del proyecto . De ahí el parón de un recorrido de apenas 100 kilómetros, los que separan Santas Martas de Villanubla, que lleva años esperando y que lo único que viene recibiendo de los diferentes gobiernos y ministros, del PP y del PSOE, son promesas y plazos que nunca  se cumplen.

Pero nada como que se deje caducar un  impacto ambiental de una autovía, un hecho insólito, si se tiene en cuenta precisamente que se trata de una infraestructur altamente demandada, esperada, prometida y proyectada desde hace casi 25 años. 

Y, por si esto, la caducidad de la DIA, no fuera suficiente motivo para  demostrar la desidia y absoluta dejadez del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se le suma el hecho de que el nuevo impacto ambiental lleva ya más de un año en un cajón del Ministerio de Transición Ecológica de  Teresa Ribera durmiendo el sueño de los justos.

Es hora que desde un Ministerio y desde otro, del de Transportes de Raquel Sánchez y del Miteco de la vicepresidenta tercera del Ejecutivo de Pedro Sánchez, se aclare de una vez el porqué de esta situación. ¿Cómo es posible que desde el 24 de septiembre del pasado año, fecha en la que entraba en el área de Transición Ecológica, continúe sin aprobarse? ¿Cuál es la razón de esta demora?

Lejos de agilizar la obra, que es lo que se debería estar llevando a cabo tras años y años de plazos que nunca se cumplen, lo que se está haciendo, primero desde el Ministerio de Transportes dejando caducar la DIA, y después desde el Miteco, retrasando la aprobación de la nueva, es demorar sine die el final de la León-Valladolid.

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