Diario de Valladolid

Las cartas bomba contra Sánchez y la Embajada de Ucrania se enviaron desde Valladolid

La investigación apunta a este como el punto de origen, aunque los investigadores avanzan la dificultad de dar con el autor dado que se enviaron a través de buzones ordinarios

Buzón de Correos en Valladolid. E. M.

Buzón de Correos en Valladolid. E. M.

Publicado por
Ricardo García
Valladolid

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Las cartas bomba que en los últimos días han amenazado a miembros del Gobierno central, a las embajadas en Madrid de Estados Unidos y Ucrania y a una empresa armamentística de Zaragoza  se enviaron , según desvela la investigación llevada a cabo por la Policía Nacional, desde Valladolid , tal y como publica El Mundo en su edición nacional.

No obstante, esto no quiere decir que quien las enviara esté afincado en la provincia vallisoletana, ya que podría haberse desplazado hasta aquí para realizar los envíos . Las seis cartas se remitieron  desde buzones distintos y la minuciosidad parece máxima  dado que no hay cámaras de vigilancia a su alrededor. Esto multiplica la dificultad para la investigación de dar con el autor o autores.

A pesar de todo, desde la Policía Nacional remarcan que quien o quienes estén detrás de estos explosivos no han dado muestras de ser una organización demasiado sólida . Según el cuerpo, su logística no es sofisticada, como tampoco su estructura es lo suficientemente compleja como para poner en jaque a las fuerzas de seguridad.

Hasta el momento, y a pesar de la importancia de estos avances, no se han dado a conocer más datos acerca de lo sucedido. Lo que sí extrajeron los primeros análisis es que los artefactos enviados son de fabricación casera y están diseñados para, en el momento de su apertura, provocar una llamarada de grandes dimensiones gracias a la pólvora insertada, un compuesto similar al utilizado en pirotecnia, y que se activaba en dicho instante.

Además, para tratar de aumentar el daño potencial de estos explosivos, quien lo elaboró incluyó en su interior pequeñas piezas metálicas para que actuaran a modo de metralla. Unos sistemas no demasiado complejos, pero que pueden causar lesiones de gravedad a quien los abra.

El primero de los paquetes explosivos , que ahora se sabe que entraron en el sistema de Correos desde Valladolid, se recibió en La Moncloa el pasado 24 de noviembre como un envío común. Su destinatario no era otro que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , aunque no llegó a sus manos, debido a que los sistemas de seguridad previos detectaron mediante rayos X que en el interior había un dispositivo extraño y con apariencia peligrosa. Fue la Guardia Civil la que se hizo cargo de la detonación controlada del explosivo, mientras que el Ministerio del Interior dio la orden a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de reforzar la seguridad en edificios públicos y reforzar el control de los envíos postales.

Sin embargo, y a pesar de este cuidado, no se pudo evitar que un segundo paquete incendiario acabara en la Embajada de Ucrania en Madrid, siendo el único que llegó a detonar en su destino, cuando un empleado lo abrió, sufriendo heridas en una mano aunque no de gravedad. En este caso, el paquete estaba elaborado con cartón marrón y medía unos 18 centímetros de largo por 10 de ancho.

Fue este incidente el que provocó que el caso de las cartas bomba se trasladará a los tribunales, concretamente a la Audiencia Nacional, donde el titular del Juzgado Central de Instrucción 4, José Luis Calama, abrió diligencias por un posible delito de terrorismo , según informó El País. El suceso de la embajada ucraniana también permitió a los investigadores de la Policía Nacional relacionar este envío con el dirigido a Pedro Sánchez, manejando las primeras hipótesis acerca de que podrían provenir del mismo autor.

Es precisamente la carta enviada a la embajada de Ucrania la que más difiere del resto, hasta el punto de que algunas hipótesis señalaban que podría tener un origen distinto , dado que en este caso el sobre provenía del extranjero y en su interior habían introducido el ojo aplastado de un animal sin identificar.

Se da la circunstancia de que las embajadas de Ucrania en al menos cinco países de Europa recibieron en la jornada del viernes diversos "paquetes sangrientos" que contenían partes del cuerpo de animales, sobre todo ojos. Durante los últimos días, las instituciones diplomáticas ucranianas de todo el mundo han sido objeto de actos de "terror e intimidación", aseguran, en los que se ha visto involucrada Rusia.

El siguiente objetivo de los responsables de estos paquetes incendiarios no tuvo nada que ver con el ámbito político o diplomático, ya que en la sede de la empresa armamentística Instalaza, en Zaragoza , se recibió la tercera carta. Sin que a priori hubiera aquí una vinculación, poco después se estableció como posible móvil que esta empresa es la que fabrica los lanzagranadas que se enviaron al gobierno ucraniano de Zelenski como apoyo en la guerra contra Rusia.

El cuarto de los envíos fue identificado en la madrugada de este jueves en la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid , de nuevo a través de un equipo de rayos X. El destinatario era el Centro de Satélites de la Unión Europea, alojado dentro de este recinto. Afortunadamente para la investigación, los técnicos de la Policía no solo lograron que el dispositivo no hiciera explosión , si no que al neutralizarlo pudieron analizarlo con mayor facilidad.

Pocas horas después, en torno a las 10 de la mañana, el quinto de los explosivos fue interceptado antes de llegar a las manos de la Ministra de Defensa, Margarita Robles , a quien iba dirigido. Aquí, tras realizarse los protocolos de seguridad correspondientes, también se procedió a la detonación controlada del artilugio.

Hasta el momento, el último de los paquetes localizados fue interceptado en el filtro de seguridad de la Embajada de Estados Unidos , también ubicada en la capital española, con unas características de nuevos similares a todos los anteriores. Ante la identificación del envío sospechoso, se activaron los protocolos correspondientes. Poco después, la carta era detonada en el mismo edificio , después de que un amplio dispositivo de seguridad se estableciera en la zona.

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